domingo, 24 de marzo de 2013

¡Despedido!

A veces como a los niños en un sueño me gustaría poder tener el poder mágico de despedir en ese momento a quien se lo merece ya sea por su prepotencia o incompetencia. Me resulta increíble como algunas personas tienen empleo y lo que es mas tienen hasta cargos. 

Siempre me ha llamado la atención esa gente que va a trabajar con cara de amargado, arrastrando los pies. No lo entiendo, tienes que trabajar ¿no es mejor hacerlo con una sonrisa? Recuerdo hace mas de veinte años cuando en la multinacional en la que trabajaba en aquel entonces nos impusieron a todas las secretarias o ayudantes de dirección, departamento, etc... un curso de telemarketing para que controlásemos la atención telefónica con el cliente.

Algo que jamas olvide y que me sale de modo automático es sonreír cuando contesto al teléfono, pero ha ido mas allá ya que siempre procuro tener la sonrisa en mis labios. No me importan las arrugas, igual saldrán y las prefiero por sonreír a estar de mal humor.

Es sabido que se cazan mas moscas con miel asi que, mejor sonreir. Y todo esto viene a que cuesta lo mismo hacer las cosas bien que mal, que una sonrisa calienta tu alma y a quien se la diriges y que se puede decir no sin machacar a nadie.

Tengo una larga lista de gente de mi día a día que despediría o si no tanto si les suspendería una semana de sueldo. Porque lo único que hace que la gente se comporte es cuando les tocas el bolsillo. ¿A quien despides tu?

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